lunes, 6 de diciembre de 2010

Tocado, y hundido?

Tocados y hundidos??? El submarino amarillo disparó ayer un nuevo misil hacia los corazones sevillistas. Un misil que no pudo repeler el equipo de nervión, y que impactó sin que los jugadores sevillistas pudieran remediarlo.

El submarino amarillo castellonense abrió una vía de agua en la resistencia sevillista. Una vía que cada día se hace más grande, que por tercer partido liguero se sigue agrandando y haciéndose más profunda. Los marineros amarillos con mucho trabajo y calidad, supieron ganar la batalla y los 3 puntos a su rival.

Con una primera parte buena y ordenada, el Villareal bailó al Sevilla. Cani, Cazorla, Nilmar y Rossi, se bastaron para llevar de cabeza a toda la zaga sevillista, y al trivote que puso Manzano. Un trivote, con Zokora, Cigarini y Romaric, que sabemos que no construyen juego, pero resulta que ahora tampoco lo paran, que ya es lo último... Senna y Bruno se bastaron para parar los embites sevillistas.

En la segunda parte mejoró un poco la cosa, aunque realmente no era muy difícil. Quitando a José Carlos y Romaric, y entrando Negredo y Capel, el Sevilla tiró de orgullo y apretó un poquito. Sin un fútbol como para tirar cohetes, pero al menos con ganas de atacar, tuvo el Sevilla alguna que otra llegada, siempre bien resuelta por Diego López.

Realmente creo que este equipo está tocado, muy tocado. Después de tres partidos ligueros perdidos seguidos, y otros de Europa League, el equipo se ve mal moralmente, físicamente y técnicamente. No dan más de sí. Hace falta un resultado favorable para poder sacar el barco de nuevo a flote. Pero además de un resultado hacen falta ganas, calidad y cojones. Ahí que estar comprometidos e ir todos a una.

De momento está tocado, pero no hundido. Aunque creo que quizás habría que abrir un poco más la brecha, y dejar que entre agua del todo, que se inunde bien el barco, y que se salven los que tengan ganas y luchen por salir adelante. Que remen en la misma dirección y salven al Sevilla del abismo en que se están hundiendo.

Sólo me queda decir que hay salvavidas en el bote, pero a ver quien se los gana y se merece uno para no ahogarse. Los corazones sevillistas hablaran y darán botes salvavidas a quien se lo merezca. Así que a sudar, luchar, ganar y sufrir por el escudo.


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